viernes, julio 08, 2005

...Bajo por el ascensor

Me despierto. Dormí bien, lo necesitaba. Prendo la máquina, hago un café y mientras lo tomo, escucho música. Me baño. La ducha está un poco chingada, sale helada o te quemás. Puteo un poco. Llegó la hora de ocuparse de la casa.

Crazy-Doc. Llega el médico de la cafetera-de-los-café-sin-espuma que me había regalado Papá-Alberto. Cobro los $100. Sale y trabajo un rato y boludeo otro.

El médico de la cafetera vuelve y nos ponemos a trabajar en unos textos. Yo me ocupo de que la comunidad pueda entenderlos y él, de explicarme lo que los médicos quisieron decir.

La diseñadora de la compañía entra a mi escritorio. Tiene que hacer unos folletos y necesita sacar fotos. Me ofrezco como modelo (verme en los folletos de la corporación con delantal y estetoscopio es mi máximo objetivo laboral). Parece que no doy con el fisic-du-rol porque elige al médico verdadero. Durante la producción nos reímos bastante.

Llama Crazy-Doc. Obelix, me dice, ¿todo bien?. Todo bajo control, Doctor, buen fin de semana.

Saludo al tipo del kisco donde todos los días ato la bici.

Pedaleo un rato. Hace frío pero igual está bien. Levanto la vista, un cielo celeste y sol, mucho sol. El sol me pega en la cara y por un segundo no puedo ver nada.

Atte.