martes, julio 26, 2005

Segundo

Corporación informática. Estoy cansado, me quedo dormido. Muchachos, me voy a dar una vuelta a la manzana, informo.

Camino por Corrientes. Agarro casi todos los volantes que me dan. Qué oficio ingrato, dijo mi hermano Chico, el otro día.

Librerías, tipos vestidos de payaso, kioscos de revistas, ciudadanos tomando café leen el diario, otros discuten, una morocha linda, chica-de-locutorio, etc., etc.

Pego la vuelta y casi en la esquina, la gente mira al cielo. También miro. Humo negro. Es un incendio. Los automovilistas empiezan con los CLANG CLAAANG.

Me imagino a un tipo en una oficina, aburrido frente a la computadora. Tipo apaga un pucho en el cenicero (está repleto), se levanta a tomar el quinto café, vuelve al escritorio, vacía el cenicero en el tacho (también repleto), se tira un pedo y decide ir a cagar.

El pucho está mal apagado y el tacho empieza a arder. Tipo caga lento. Piensa en hacerse una paja, pero se arrepiente. Se limpia, tiene que usar mucho papel.

Cuando abre la puerta, la oficina no se ve bien. Tipo manotea su tapado y baja corriendo los cuatro pisos.

Afuera, exhausto toca el bolsillo y por suerte, encuentra el atado casi lleno.

Tipo se para al lado mío. Tenés fuego?, me pregunta. No fumo, contesto.

Vuelvo a la corporación informática. Muchachos, a la vuelta hay un incendio. Vamos a ver, ya volvemos, dicen. Abro las planillas de numeritos, el mail, y espero a que sea la hora de ir a encontrarme con mis amigos.

Atte.

1 Comments:

Blogger Satamarina said...

Obelix, Ud. es cínico. Y la gente morbosa.
Saludos

julio 27, 2005 12:23 p. m.  

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