Waiting in Vain

Anoche fui a comer a un restaurant. Hacía bastante que no comía en un restaurant. Tomamos media botella de tinto, mi compañera pidió peixe grelado y yo unas pastas. Hace un tiempo que me alimento a base de pizza, sándwiches y carne de la parrilla chiquilín. De postre compartimos un flan con dulce y crema. Tomé un café. Cuando fumaba, no me gustaban los dulces. Ahora no soy un fanático, pero igual cada tanto voy a un kiosko de noche a comprar un chocolate o un helado. Una reunión agradable.

Mañana en Crazy-Doc Corp. Crazy-Doc partió a un congreso en Miami, FLA. No dejó deberes y estuve boludeando en internet, blogs, mails, el interpretador, los diarios, etc. Llamé a un amigo. Está durmiendo, me dijeron. Por un segundo me acordé de cuando me la pasaba en casa casi todo el día. También dormía hasta tarde. Entre otras cosas, se me habían dado vuelta los horarios. Ahora escribo esto, sin muchas ganas. Matar minutos, la consigna.

A la tarde voy a la corporación informática. Todo es medio caótico en la corporación informática. El otro día llamé a empresa-cliente. Nos deben la factura 425 $850, dije con tono enérgico. Lo que pasa es que hace dos meses, les dimos 4 mil pesos para que nos compren máquinas y nos dieron facturas por 2 mil. USTEDES NOS DEBEN 2 MIL PESOS, fue la respuesta de mi interlocutor. No, contesté, en todo caso les debemos mil ciento cincuenta (2000 menos 850) . En fin, la corporación informática es un caos.

Falta menos, una hora. El día está bien. Sol y buena temperatura. Tengo ganas de pedalear un rato. Me parece que a la noche voy a hablar con proveedor. Hace unos días (o semanas?) se terminó mercadería.

Atte.