martes, septiembre 20, 2005

Ocio

Todo el día en casa.

Tomé té y pastas. A la mañana escuché música.

Papá-Alberto mandó mail diciendo que podía pasar a buscar provisiones por su casa, que se iba unos días de viaje.

A eso de la una, cociné un vacío en la parrilla del horno.

Dormí salteado, leí un rato una novela que viene bien y hasta escribí un cuento.

Ring Ring. Llamado bizarro de una consultora de Recursos Humanos. Creo que odio a estas tipas de las consultoras de recursos humanos: Necesitan alguien para un banco importante. Me empezó a preguntar cosas, yo estaba medio dormido, le dije que me mandara los requisitos del puesto por mail, que después me pondría en contacto. Creo que no era lo que esperaba escuchar porque no mandó mail. Aguante la corporación informática.

A la tarde vino sister y alquilamos una película. Estoy sensible, caí en todos los truquitos horrendos del director, me caían lágrimas.

Sister partió y me quedé solo. Un poco abajo, tenía ganas de estar un rato solo.

Atte.