sábado, diciembre 24, 2005

Otro Puente

Llegamos a lo de Papá-Alberto. Abro la puerta. Broder Topo nos saluda, “Está imposible”, nos dice y se ríe. Winnie y yo miramos a Papá-Alberto. Papá-Alberto, ebrio. “Hoy hubo cóctel en la oficina”, nos explica.

Preparamos una tabla con queso, jamón y matambre. El pan, caliente. Bar y vasos de yampain con hielo. Tomamos varios.

Pasa un rato, “Vamos, Winnies?”, “Vamos, Monis”.

Caminamos unas cuadras. Nos despedimos en la puerta de amiga de Winnies.

En casa me baño y parto.

Colectivo. Me dan ganas de caminar y bajo antes de tiempo. Medio chingado, bajé MUCHO antes de tiempo. Tomo un taxi, viejo-taxista se mete en avenida, pocas cuadras después, tráfico, “Me bajo acá”, le digo. “Pero mirá que estás lejos” “No importa, quiero bajar acá”. Le doy $3 y camino.

Subo escaleras, un puente. Abajo vías y trenes estacionados. Los trenes estacionados, bastante rotos. Me quedo un rato mirando el puente, los trenes rotos, las vías.

Toco el timbre y subo.

Cocina, amigos conversan, “Perdón la demora, mandé fruta y me bajé en cualquier lado”, vino, comida, risas, pipa nueva, más risas.

Dueña de casa baja a abrir la puerta. Abrazo fuerte y nos vemos, nos vemos.

Parada de colectivo y cansancio. Pasa un taxi y lo paro. Durante el viaje no hablo.

Casa, olor a jazmines. Pienso en campos de jazmines. Me acuerdo del puente, los trenes rotos, las vías.

Atte.

2 Comments:

Blogger mirona said...

sí, obelix, nada mejor que perfume a jazmines en casa.

diciembre 24, 2005 9:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Habìa un puente que era perfecto,aunque llegaba ,al final a ojos -vacìos.En ese puente corrìa aire.
No sabes Obelix cuànto extraño ese aire!

diciembre 26, 2005 6:29 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home