Removedor
Metemos libros en canastos. Terminamos, “Cuántos canastos son?”, pregunta. “No sé, no los conté”, respondo. “Ya vengo”, me dice.
Vuelve, “Son once”. Para él la simetría es importante. Todo el tiempo repite: “A ver...ffffff”. (fffffff es un soplido).
Terminamos de acomodar los libros siguiendo el orden que tienen en los estantes.
Tomamos gin-tonics.
En el supermercado compro chorizos y en el camino de vuelta, un poco de pan, tomates y una cebolla.
Durante el almuerzo, vino blanco. “Está rico”, le digo.
“Me da pena tener que mudarme”, dice. “Seguro que te acostumbrás al nuevo”, contesto.
Nos despedimos, llego a casa (un poco ebrio), escribo estas líneas y me preparo para una siesta.
Las mudanzas remueven.
Atte.
4 Comments:
si, si que remueven.
Re mueven
claro que sí
me gustó
no me llamaron pà ayudar
A VER.....TCHSSS AAAHHHH!!!
Sobre todo remueven ácaros, bacterias horribles y hongos microscópicos que se meten en la nariz, en la garganta y en los bronquios.
Dicen que las mudanzas son tan estresantes como un divorcio o una muerte... no sé, tal vez como a todo, uno se acostumbra.
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