Retrocede 2 Casilleros

Hoy anduve quemado. Casi nunca me pasan este tipo de cosas.

En la corporación informática mandé a cadete-remolón Chico a pagar la cuenta de los radios que usan los técnicos. Si no pagábamos hoy, nos cortaban el servicio y entonces el caos hubiese sido mayor. La cuestión es que le di otra factura y me avivé a tiempo. Lo encontré cuando iba en camino. Si llegaba a pagar la errónea (era por el doble) la corporación informática iba a tener serios problemas para pagar los sueldos.

Después fui en misión especial a ver a nuestro FMI, el proveedor de máquinas. Mi idea era llevar un jugoso cheque para intentar cumplir con el cronograma de pagos (dibujado) que le prometí. Pedaleé las 40 cuadras. El viejo que abre la puerta del FMI tiene un olor a chivo importante. Además cada vez que voy me cuenta sobre el juicio que le está por hacer al correo por haberle perdido una carta (no-certificada). Mientras esperaba, abrí el morral (tengo que comprar uno nuevo y no sé dónde se compran) y como un gil llevé el cuaderno de notas de Crazy-Doc. El cuaderno con el cheque adentro era el de la corporación informática. Pedaleo de vuelta las 40 cuadras. Cinco jubilados freaks cortan Callao y tengo que pasar por la vereda.

Termino trámite FMI.

Bajo a mandar fax a cliente (recordar ingenioso método que descubrimos con Einstein-Chico). Chica-de-locutorio me hace risitas, pregunta si voy en bici a todos lados, jiji jiji, si no me da miedo, ji ji ji ji, etc. Hago algún comentario acorde y el teléfono que le di está mal. Vuelvo a la oficina, agarro tel correcto, etc.

Ahora estoy a punto de partir. A la noche tenemos Comida de Hermanos Número 3. Antes voy a pasar por casa. Llegó el pedido y caramba amigos, vaya que tengo ganas de uno bien grande.

Atte.