Caribeño

Me levanto a las 8. Parece que es mi horario de levantada.

Hoy, actividades variadas.

Llamé a un amigo que fue padre hace poco. Me atendió la abuela, mi amigo no estaba. Nos cruzamos cuatro frases, suficientes para acordarme de mi abuela y de cuanto me quería. Supongo que es algo que pasa entre abuelos y nietos.

Al mediodía me comí un sándwich y pasé por lo de Papá-Alberto a devolver un taper. Aproveché para comer asado recalentado en microondas.

En el cine me encontré con compañera. La película no nos gustó. Después, colectivo, cafetín, comí dos porciones de muzza con fainá, ella un café con mediauluna de las gordas.

Vamos a una sala de teatro. Nos encontramos con amigos y vemos una obra de danza. La obra me conmueve. Me encanta la directora-bailarina.

Acompaño a compañera a la parada, nos despedimos.

En casa levanto los mensajes. Papá-Alberto dice que me buscan de una corporación metalúrgica. Quieren saber en qué ando, desde que dejé el banco hace casi 3 años. Pensaron en contratarme. Me alegra tener la posibilidad de volver a elegir. El martes los voy a llamar y seguro que tendré que ir, traje y zapatos lustrados, a una reunión para ver qué ofrecen.

Otro domingo movido. No me quejo, me gusta el movimiento. Chébere.

Atte.